viernes, 9 de enero de 2009

¿DONDE ESTA "EL PUEBLO DE FE”?

Mis estimados hermanos, por estos días hemos estado expectantes antes los acontecimientos dolosos que hermanos en la franja de Gaza están sufriendo, sirva esta situación para analizar lo que a mi juicio representa un hecho de gran prevaricación por parte de los hermanos de este mundo tierra, que generación tras generación incurren en tantos errores pero que de entre todos quiero enfocarme en este aspecto particular y que se pone en evidencia con los hechos arriba mencionados, para este análisis, remontémonos a la época del hermano Abraham, el cual según lo relatado por el maestro Joaquín Trincado, fue el designado para fundar una de las más significativas naciones para el mundo tierra, ya que sería depositaria de los grandes principios que rigen al hombre, a la tierra en su conjunto y al universo en general, desde luego, me refiero al pueblo de Israel, que el mismo autor declaró que una de sus acepciones etimológicas era: "pueblo de fe", sin embargo, miremos que hizo este pueblo, con los depósitos que en justicia se les entregó; unos siglos posteriores a su fundación, gran parte de ellos caen esclavos del pueblo egipcio y en pocas generaciones se dejan permear por la idolatría egipcia, esto se nota en el proceso de "liberación" por parte de Moisés, quien después de bajar del monte del Sinaí, encuentra a la población sumida en el paganismo; es en esta etapa y habiendo presentado los diez mandamientos dictados por el maestro espíritu de verdad, y ante la adulteración de los mismos por parte del sacerdocio israelí, que Moisés se retira con los más ancianos y sabios de su pueblo, para no ser cómplice de lo que a su juicio era una prevaricación por haber modificado en su esencia y objetivos fundamentales, lo que debería haber sido el cuerpo legislativo que diera orden y moral a todos los pueblos del mundo tierra; se crea la escuela esenica o de los ancianos y a partir de ahí, Israel comienza un proceso en el cual, el mismo se convierte en su victimario, pero es preciso aclarar que no es el pueblo en general como nación, sino, y como cosa rara en la tierra, el sumo sacerdote el que desnaturaliza los principios de alta sabiduría que había recibido, lo cual se confirmó 1.600 años después con la venida del maestro Jesús de Nazareth y encontrara hechos particulares como el de la mujer adúltera, donde los supuestos moralistas del pueblo castigaba un "pecado", paradójicamente incurriendo en otro más grave, ¿donde está la prevaricación a la cual hago referencia al inicio del discurso?, pues en el hecho de que si se me entregan unas herramientas, debo hacer el trabajo correspondiente a dichas herramientas, en esta caso, los principios de moral y sabiduría a los cuales el pueblo de Israel, debería dar ejemplo en el mundo, hoy, a 3.600 años de Moisés, y 2.000 de Jesús, ¿que panorama encontramos, en las llamadas "tierras santas"?, pues que tristeza decirlo hermanos, son las áreas de la tierra, (entre otras más) donde más se derrama sangre, y eso que tanto de uno como del otro "bando" se reconoce dicho territorio como "santo",donde no fuera así, no quiero imaginarme que sería de sus habitantes ; mis estimados hermanos, a plenas luces vemos que todo este magnicidio cometido está envuelto en diferentes elementos, físicos, metafísicos, sociales, políticos, pero que ante todo y principalmente religiosos, el pueblo de Israel, ha sucumbido ante el odio y supremacía del sacerdote y aunque sean políticos y militares los que ante el mundo se muestren como los lideres de estas acciones, sabemos que estos no son más que feudos, cuando no títeres del primero, sino como persona individualmente, si como figura simbólica, el cual persiste en las conciencias de todos aquellos hermanos que permiten por acción u omisión, el genocidio que se da, hoy en plena comuna de amor y ley, decretada por los maestros superiores de la cosmogonía para el mundo tierra; mis estimados hermanos, luchemos todos, para que nosotros como depositarios de los principios de luz y sabiduría, no caigamos en la prevaricación de no poner en evidencia socialmente, las herramientas que se nos han entregado.

Paz y amor para todos.

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